Halitosis y su tratamiento



La Halitosis, también conocida como mal aliento, se define como el conjunto de olores desagradables que se emiten por la boca. Es un problema que afecta una de cada dos personas.


Se considera un problema de carácter social relacionado con una higiene bucal deficiente o con enfermedades de la cavidad oral, aunque en ocasiones puede ser una manifestación de alguna otra patología.


Origen

En función de su origen, existen dos tipos de Halitosis: la Halitosis oral y la Halitosis extraoral.

La Halitosis oral proviene de la propia cavidad oral y se debe principalmente (en un 41%) a la acumulación de biofilm oral (placa bacteriana) en la lengua. Aunque también puede estar causada por otras situaciones como: problemas periodontales, caries dentales, hábito de fumar, entre otras. Según múltiples estudios científicos, la Halitosis oral corresponde al 90% de casos.


Cuando la halitosis se origina fuera de la cavidad oral, se denomina Halitosis extraoral. Se debe principalmente a trastornos sistémicos, del tracto respiratorio superior/inferior, del sistema digestivo, así como enfermedades hepáticas o renales. Y ésta corresponde al 10% de los casos.

Causas

La producción de sustancias malolientes, los más frecuentes los Compuestos Volátiles de Sulfuro (CVS), se asocia a los productos resultantes de la degradación del metabolismo de las bacterias, generalmente las bacterias anaerobias gram-negativas, que se localizan principalmente en la zona posterior del dorso de la lengua y en otras localizaciones como bolsas periodontales. 

Las causas de la Halitosis oral pueden ser patológicas y no patológicas.

Las no patológicas serían:

  • Aliento matutino: durante el sueño el flujo de la saliva disminuye, ello facilita el crecimiento incontrolado de bacterias productoras de gases malolientes.
  • Edad: la calidad del aliento cambia con la edad. Es probable que los ancianos sufran cambios regresivos en las glándulas salivales y afecten a la calidad y cantidad de la saliva, incluso con una buena higiene bucal.
  • Prótesis dentarias: las dentaduras postizas y puentes pueden acumular restos de comida. Si se dejan toda la noche se produce un desagradable y característico olor.
  • Fármacos: existen medicamentos que producen xerostomía (boca seca), como los anticolinérgicos, antidepresivos, etc. La saliva favorece la limpieza de cavidad oral y reduce el mal olor.
  • Tabaco: fumar crea un aliento característico que puede durar algunos días más, incluso después de haber dejado de fumar.
  • Periodos de ayuno: saltarse las comidas y llevar una dieta hipocalórica puede favorecer el mal aliento.
  • Dieta: después de la ingesta de algunos alimentos (cebolla, ajo) o el consumo de alcohol, ciertos metabolitos pueden absorberse a nivel gastrointestinal, pasan a la circulación, se metabolizan en la mucosa e hígado y son expulsados por los pulmones.

Las causas patológicas:

  • Enfermedad periodontal, caries.
  • Higiene oral deficiente, la falta de eliminación de biofilm oral (placa bacteriana), provoca el crecimiento bacteriano. Los lugares donde se suelen acumular las bacterias son la lengua, espacios interproximales, área subgingival, abscesos. La lengua es la localización de mayor predominio de las bacterias anaerobias en la boca.
  • Causas ulcerativas: úlceras traumáticas, infecciosas, estomatitis.
  • Faringe: infecciones víricas, bacterianas o fúngicas.
  • Necrosis por radioterapia y quimioterapia en pacientes con neoplasias.


Las causas de la Halitosis extraoral podrían ser: nasales (sinusitis), enfermedades digestivas, enfermedades respiratorias, enfermedades sistémicas (diabetes mellitus mal controlada, infección renal, disfunción hepática, Síndrome de Sjögren, artritis reumatoide, etc.).
En general, la Halitosis es difícil de diagnosticar, ya que es improbable que uno mismo detecte su propio mal aliento. En algunos casos el mal aliento simplemente se sospecha. Ante la duda, se recomienda consultar el tema con alguna persona de confianza, quien podrá detectar con mayor facilidad la presencia de mal aliento.

Desde el punto de vista asistencial, la ayuda de un profesional del área odontológica puede contribuir en el diagnóstico. En la exploración de un paciente con Halitosis se involucran aspectos fundamentales, como el estado de salud general junto con el estilo de vida (costumbres y hábitos), también la situación oral y sus hábitos de higiene. Además, se debe realizar una medición cuantitativa del mal aliento.

Tratamiento de la halitosis

Visitar con regularidad al odontólogo, es fundamental para mantener una buena salud oral. Si una persona tiene problemas con su dentadura y sufre de mal aliento, lo primero que debe hacer es consultar al odontólogo; igual debe proceder quien no encuentre mejoría con la rutina de higiene oral y no haya visitado al odontólogo por considerar que su dentadura está sana. Se debe ser explícito en indicar que la razón de la consulta es por halitosis, pues esto ayudará a que el odontólogo realice una exploración minuciosa de la boca.

El odontólogo debe estar en capacidad de identificar las fuentes que pueden ocasionar mal aliento, hacer el diagnóstico y proponer el tratamiento apropiado en los casos de origen bucal. En el caso en que descubra que las causas son extraorales, lo remitirá al médico o especialista correspondiente.

Para tratar los olores bucales es probable que se requiera de una corrección profiláctica. Esto incluye: la eliminación de sacos periodontales, la corrección de áreas de impactación de alimentos y la realización del tratamiento de los tejidos duros y blandos. Un tratamiento odontológico adecuado puede tener como resultado la mejoría en la calidad del aliento del paciente.

Si bien las caries no parecen ser una causa significativa de halitosis, es necesario remover las lesiones cariosas presentes y restaurar la anatomía de los dientes. Las restauraciones con defectos de contorno, se deben reemplazar, al igual que las prótesis fijas o removibles que estén defectuosas.
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